sábado, 18 de febrero de 2017

Mientras te entretienes robándome los verbos


Soy  palabra que despierta y agudiza tu deseo
La voz que susurra en tus oídos todos tus escalofríos. 
La mano que baila febril por tu piel hacia la urgencia apasionada de tus dedos...




Sigue por favor, no pares... 
Te susurré temblando, hundiendo en tu cuerpo mis uñas.
Mis labios doloridos por tus besos gemían...
Forzaste más, mi cuerpo tembló cada vez más fuerte... 
Una gota de sudor resbaló perezosa y humedeció mis labios.
Yo te sonreí lasciva. 
Tu cuerpo subía y bajaba sin pauta precisa, despacito...fuerte...
A veces te quedabas inmóvil, entonces mi cuerpo vibraba e intentaba atraerte. 
Tu me ayudabas, mis caderas se ceñían a las tuyas, ya no existían universos entre nosotros, sólo susurros, gemidos, olores, impulsos...





No pares ahora.
No pares ahora, no pares nunca, ya no pares....así, así... repetía. 
Ojos cerrados, jadeante. 
Cuerpo en espasmos, sudores mezclados, olores mezclados ...
Tu continuaste, cada vez más rígido , cada vez más fuerte, cada vez más profundo, cada vez más y... más... "

(Un enigma mudo rodea nuestras sombras, mientras te entretienes robándome los verbos... )

Amie

1 comentario:

María dijo...

Dejaron de existir susurros pero encontrasteis émel paraíso en vuestras almas.

Un placer leerte mi querida Amie.

Besos enormes.